versos encadenados (32)
Dioses altivos
maldicen mi canto,
¡no quiero más ídolos de oro!
Rugen los cielos,
por mis manos discurre
la sangre del enviado.
Autor: Sífula
Dioses altivos
maldicen mi canto,
¡no quiero más ídolos de oro!
Rugen los cielos,
por mis manos discurre
la sangre del enviado.
Autor: Sífula
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