versos encadenados (30)
Invierno
que recrudece mi llanto,
me duelen los huesos
de tanta humedad.
Autor: Sífula
versos encadenados
versos encadenados (29)
Herida tengo el alma
después de tu huída
fugaz como el atardecer
de un día de invierno.
Autor: Katina
versos encadenados (28)
Respuestas que espero atardecida
en la maraña de mis sentimientos
sométeme a la más cruel verdad
eso no aterra.
Lo que me desespera es si me mientes
o tus respuestas
se escurren en mi herida.
Autor: Magia
versos encadenados (27)
Siempre finales tristes
después de noches invencibles
al inexorable paso del tiempo
aquel que con tanto tiento
quiso arrebatarnos nuestro amor
el cuál ha conseguido el dolor
de mi agrietado y dulce corazón.
No te diré que no te quiero
pues a él estaría mintiendo
sólo te diré que un día te amé
y que por siempre te querré.
Autor: Katina
versos encadenados (26)
Míos,
quiero que sean míos
esos labios de piedra,
lejanos,
fríos,
que no alcanzo,
míos...
para siempre.
Autor: Sífula
versos encadenados (25)
Encontrar un paraje sombrío
en lo profundo de tus ojos
es imposible, puesto que el brío
que emanan con ese espectacular brillo
inundan, como agua fresca, los míos.
Autor: Katina
versos encadenados (24)
Mirada, acto de mirar.
Acto que se basa
es saber por donde amar.
Fácil es saber ver
ya que lo hacemos para andar,
pero si te fijas bien
ah! A eso se le llama mirar,
pues todo el mundo lo hace
para su Eva o Adán encontrar
Autor: Gault
versos encadenados (23)
En ti descansa mi alma
adormecida en tus brazos,
encandilada con tu sonrisa,
soñando con tu mirada.
Autor: Reina de las ninfas
versos encadenados (22)
Más de ti,
eso es lo quiero.
Devorarte sin piedad
entre la pasión y el desenfreno,
alimentarme de tu carne
para perecer en ti.
Autor: Sífula
versos encadenados (21)
¿Descansar?, sí tal ves sea justo
¿pero como lograrlo?,
si todas las noches te tengo
en mis sueños locos y eternos
que no me dejan descansar,
que me obligan a recordarlo
cada día un poco más.
Autor: Mâdly §lâvë
versos encadenados (20)
Eternidad de silencios,
esta noche sé: no acabará,
sangre que brota de mi alma,
pereceré en el mutismo
que no me deja descansar.
Autor: Reina de las ninfas
versos encadenados (19)
Perecí bajo la noche estrellada,
lejos de su tacto de cristal,
vagabunda de noches en vela,
mis pies caminando
toda la eternidad.
Autor: Sífula
versos encadenados (18)
Fantasma soy
de la mujer que ayer fui,
hierro fundido que se deforma,
entre sus manos perecí.
Autor: Reina de las ninfas
versos encadenados (16)
De ti me quede prendida
el dia que te conocí
ahora solo sufro porque te perdí
y vivo de los recuerdos
que solo me hacen sufrir
Autor: Mary
versos encadenados (17)
Sufrir la desesperación de no tenerte
y dormirme desolada,
la historia se repite cada noche
cuando mis recuerdos vuelan al pasado
y te traen de vuelta
convertido en fantasma.
Autor: Sífula
versos encadenados (15)
Monumentos de sal son tus caderas
que avivan mi sed de ti,
surco tu cuerpo en las noches huidizas
y sólo encuentro montañas de arena,
eres océano salado
que no sacia nunca mis ansias de ti.
Autor: Sífula
versos encadenados (14)
Caminos diferentes teníamos
así lo señalo Alberti
cuando al sacrificarlo todo
espero inocente la recompensa en ti
y de ti Roma imperial
capitolio circunstancial del mundo
demagogia para atenuar su osadía o tal vez cobardía
porque en reflexión tardía, se supo demencial
¡los tenia y tenia!
y ahora al saberlo, sufre
por que concluye que valían ....valían más
mucho más, los nobles afectos
que ¡diez Romas y sus monumentos!
Autor: Rafael / Itzcoatl
versos encadenados (13)
Destino: cruce de caminos.
Detenerse. No saber. Esperar.
Hasta sentir la brisa que araña los ojos.
Entonces. Volver a andar.
Turbia la mirada al recordar tus ojos antes de dejar mis labios
y saberte como la niebla.
A través de los caminos.
Autor: Capitán Ahab
versos encadenados (12)
Muerte,
¿por qué no has venido?
Te he esperado toda la noche,
empapada por el rocío,
tu también me anbandonas
a la necedad de mi destino
Autor: Sífula
versos encadenados (11)
Espadas hirientes
que se clavan en mi pecho
con cada mirada,
con cada gesto,
heridas abiertas
que te salpican de sangre,
manchados están tus labios,
en ellos dejo mi muerte.
Autor: Reina de las ninfas